Distinción Conciencia Abya yala 2016 para las y los ecologistas
La Junta Abya yala por los Pueblos Libres entrega el reconocimiento Conciencia Abya yala 2016 a las organizaciones entrerrianas que han venido luchando por el ambiente libre y sano, contra los atropellos del colonialismo extractivista depredador de nuestros bienes comunes.
La distinción incluye a foros, asociaciones, movimientos,
clubes, grupos, multisectoriales y asambleas sociales y ecologistas,
manifestaciones de un nuevo y a la vez antiguo modo de encuentro para la
resistencia, y debe interpretarse como un agradecimiento al amor que los
asambleístas despliegan en su labor.
Frente al individualismo elegimos el jardín
de las asambleas, que es más que la suma de sus flores.
El saqueo está instalado, por eso valoramos
la rebeldía de estas organizaciones que en la provincia y regiones aledañas
permiten visibilizar problemas graves, compartir saberes, y volver la mirada a
los principios del vivir bien y bello.
Este reconocimiento llega en un momento en
que la lucha contra la fractura hidráulica es ya irreversible en Entre Ríos, y
cuando se cumplen 20 años de la resistencia ambiental iniciada en Paraná contra
el megaproyecto de represamiento del Paraná Medio por las organizaciones y personas
que constituyeron en 1996 la histórica Asociación de Entidades Ambientalistas
de la Cuenca del Paraná. Fue aquella una manifestación colectiva que despertó
la conciencia ecológica desde el pie, enfrentando al más rancio imperialismo
norteamericano encabezado por George Walker Bush y sus socios locales (en esas
relaciones carnales tan contumaces como detestables).
La experiencia de vida en Entre Ríos en los
últimos 100 años deja enseñanzas: hemos producido un biocidio para no vivir
siquiera en el territorio. Con el humano desterrado y muchas veces hacinado,
los suelos degradados por la erosión hídrica y la explotación productivista,
los montes talados y las especies exterminadas o reducidas a una mínima
expresión, es decir, puestas frente a un abismo, y la complicidad de los
poderosos, empezando por el Estado.
Nos hemos distanciado de la Pachamama.
Destruimos en un siglo más que en los 12.000 años anteriores, y eso bajo los
nombres de “progreso” y “crecimiento”.
La eclosión de asambleas enciende lámparas para
generarnos expectativas, frente al entretenimiento banal. Por eso, de cara a
los miles de vecinos que participan de estas organizaciones sociales y
ambientales en todo el país va este homenaje al colectivo, sin nombres
personales, individuales.
Nadie olvida las marchas masivas, los
esfuerzos de muchos, los viajes en canoa por los ríos, los intensos debates,
los aportes desde la militancia, desde el conocimiento integral y la ciencia,
que marcaron nuestra historia. Hace 20 años que el lema “Entre Ríos Sí, Entre
Represas No” es ya una marca indeleble entre los tagüé, y ha tenido lemas
herederos de enorme significación, hasta el actual “juira el fracking”.
Saludamos el compromiso con la humanidad en
el paisaje, subrayamos la actitud para el estudio integral, con vocación participativa,
y la eficacia en advertir los peligros que corre la vida hoy.
La defensa del agua en sus diversas
manifestaciones resume una lucha que avanza en el conocimiento, el debate y la
conciencia sobre el origen común de los ataques: la ganancia. Colocar la
ganancia sobre la vida, la propaganda engañosa sobre el diálogo fecundo, la
utilidad sobre la biodiversidad, el consumismo sobre el vivir bien y en
armonía, son desvíos que las asambleas impugnan.
Este estado de conciencia nos ayuda a
curarnos de la soberbia del antropocentrismo, y a valorar las vías diversas del
conocimiento. Al mismo tiempo, nos alerta de los atropellos del gran capital en
complicidad con las corporaciones políticas y empresariales.
Sabemos que la tierra no debe seguir siendo
considerada un capital y por lo tanto amortizable; que la naturaleza y sus
manifestaciones no son recursos de la revalorización del capital; que hablar de
"recursos naturales" es tan inmoral como hablar de "recursos
humanos", entendiendo por recursos los del modo de producción capitalista.
Sabemos también desde los pueblos antiguos de
este suelo que nos debemos el cuidado, el respeto y la veneración del orden
cósmico, y que esos saberes son una lección de vida para el necesario cambio de
conducta. El humano pertenece a la tierra y ella no le pertenece, como no le
pertenecen el sol, el aire, el agua, ignotas ofrendas a la vida, condiciones
necesarias y quizás suficientes para que los seres vivan hoy y vivan siempre.
Hoy destacamos la conciencia y la lucha en
temas diversos con origen común.
Y marcamos algunos ejemplos.
El impulso a normas municipales y
provinciales con vistas a declarar taxativamente zonas libres de exploración y
explotación de hidrocarburos a nuestras regiones, para extender ese cuidado al
país entero y más allá, por caso. La organización contra la fractura hidráulica
(fracking) es trascendente.
También la centrada defensa de los ríos
Paraná, Gualeguay y Uruguay, y del acuífero Guaraní y otros más cercanos.
La determinación por conocer y difundir las energías
alternativas y el necesario cambio de paradigma por una vida sencilla, serena,
emancipada de los hidrocarburos fósiles y la depredación, y bien atenta a los
peligros de la energía atómica y sus residuos.
La conciencia sobre las grandes industrias
contaminantes como las pasteras y otras; la defensa de las costas como bienes
comunes (camino de sirga); el freno a los megaproyectos de represamiento en
ríos de llanura; la voz de alerta en temas como el crimen del asbesto (amianto)
o el colosal desgaste del suelo; los estudios y las denuncias en torno del
sistema agropecuario basado en transgénicos patentados por multinacionales y un
combo de sustancias químicas peligrosas, que han consolidado la expulsión de
habitantes y el hacinamiento; la advertencia acerca de los riesgos para la
salud de todas las manifestaciones de la vida desde la semilla o el embrión, y
para la sanidad de las napas subterráneas.
También destacamos el estudio y la difusión
de modelos de agricultura sustentable, chacra mixta; alimentos variados, sanos
y en cercanía; soberanía alimentaria; lo mismo que la conciencia sobre la
necesidad de corredores de biodiversidad, de áreas protegidas en las costas de
ríos y arroyos. Para que la flora y la fauna no queden arrinconadas y para
garantizar la interacción y supervivencia de especies.
Destacamos en esa línea los aportes referidos
a la jerarquía de la biodiversidad, el arbolado urbano, el tratamiento de los
residuos; el cuidado de los humedales y el monte nativo contra la tala rasa y
los proyectos “inmobiliaristas” o productivistas; y la advertencia temprana
sobre planes de mega obras inconsultas (IIRSA).
Ponemos en relieve el reclamo del derecho a
una licencia social para los emprendimientos.
Nadie ignora ya los males del destierro y el
hacinamiento, provocados por un modelo que sirve a grandes intereses pero no a
los pueblos.
Son estas organizaciones las que indagan en
el sistema que pone a la vida en segundo plano y que ya ofrece síntomas
evidentes de deterioro acelerado del mundo, con el agravante del calentamiento
global. Han sido además las que permitieron el conocimiento profundo y la
difusión de alarmas como las del biólogo Andrés Carrasco, por los efectos de
los venenos en los embriones; y las que denunciaron la continuidad del modelo
de minerías a cielo abierto y de monocultivo en gobiernos de distinta
extracción en apariencia, cómplices de una economía de escala con prioridad del
capital financiero sobre los trabajadores.
Entendemos que estas agrupaciones sociales y
ambientales, junto a compañeros de otras latitudes, miran desde distintos
ángulos las consecuencias de un mismo sistema capitalista y colonial depredador
que hace estragos en la naturaleza y, en ella, el humano.
Esas agrupaciones son contestatarias de la
propaganda que nos reduce a meros consumidores, o nos extirpa del paisaje para
generarnos necesidades ficticias con vistas al consumo de trivialidades. Esa
propaganda busca uniformarnos según las necesidades de mercado financiero y los
demás grupos y Estados imperiales.
Las asambleas son expresiones comunitarias
novedosas que, enraizadas en antiguas tradiciones de Abya yala (América),
asumen un rol decolonial, descolo-nizador, y le descorren la cortina a las
aberraciones del capitalismo.
Se niegan a la uniformidad, hacen de sus
ruedas de mate verdaderas tribunas populares y recuperan dos principios de
nuestro suelo: 1-el sumak kawsay o tekó porá, es decir, la vida plena en
armonía con la naturaleza, el vivir bien y bello; y 2-la soberanía particular
de los pueblos, que podemos traducir como la autonomía regional tanto en la
relación social y económica como en los saberes.
Con este reconocimiento Conciencia Abya yala
2016 resaltamos esos aportes para recuperar saberes, la defensa de la
biodiversidad y los modos de vida solidarios.
Los encuentros sociales y ecologistas cada
día más pujantes en la Argentina y otras naciones surgieron con fuerza hace más
de dos décadas ante una clase política ligada al gran capital que no es
indiferente al ambiente sino protagonista en tanto causante de su deterioro.
Hoy saludamos a todos los entrerrianos que
recuperan esa armonía en el paisaje y son antorchas encendidas para todos nosotros,
les agradecemos esa amistad. Y extendemos el reconocimiento a las mujeres y los
hombres del mundo comprometidos con la emancipación en un ambiente libre y
sano.
JUNTA ABYA YALA POR LOS PUEBLOS LIBRES –JAPL-
Mayo de 2016.
Abel Schaller, Alberto Dorati, Américo
Schvartzman, Andrés Petric, Antonio Tardelli, Bernardo Zalisñak, Carlos Alberto
Godoy, Carlos Andrade, Carlos Natalio Ceruti, Carlos Weber, Celia Taffarel,
César Baudino, César Pibernus, Claudio Puntel, Daniel Tirso Fiorotto, Fortunato
Calderón Correa, Gustavo Lambruschini, Ignacio González Lowy, Jorge Villanova,
Juan Antonio Vilar, Juan José Rossi, Julio Barbagelata, Julio Majul, Lucrecia
Brasseur, Luis Lafferriere, Marcos Tonina, María José López Ortiz, Mario
Alarcón Muñiz, Mario Daniel Villagra, Mario Escobar, Mario Leonardo Londero,
Martha Bader, Martín Barral, Mercedes Fiorotto, Oscar Milocco, Pedro Aguer,
Ricardo Bazán, Santiago Fiorotto, Santiago García, Santiago Weber, Sergio
Daniel Verzeñassi, Silvina Suárez, Víctor Hugo Sartori…