Distinción “Conciencia Abya yala 2024” a Héctor Giuliano y Alejandro Olmos Gaona

En el Día de los Trabajadores y cuando se cumplen 100 años del nacimiento del patriota Alejandro Olmos, la Junta Abya yala por los Pueblos Libres -JAPL- otorga el reconocimiento anual “Conciencia Abya yala” 2024 a todas las agrupaciones y las personas que bregan desde hace décadas por esclarecernos en torno del flagelo de la deuda pública, que parasita al país, y lo hace con sendas distinciones a Héctor Giuliano y Alejandro Olmos Gaona.

Olmos Gaona y Giuliano representan a quienes en la Argentina y en muchos países dependientes realizan esfuerzos extraordinarios, con coraje, para centrar la atención en la usura internacional y nacional. Las consecuencias del endeudamiento son fatales para miles de argentinos, porque la deuda empobrece, destruye las expectativas como destruye el trabajo, alimenta el déficit como la inflación, limita o aborta las actividades económicas familiares y de las pymes, compromete a las siguientes generaciones, y mantiene al país en un permanente estado de postración. El estado privatiza los privilegios y lo más público que exhibe es la deuda creciente, aún cuando declama superávit fiscal.

Estos dos profesionales han sido desoídos una y otra vez por los distintos gobiernos nacionales y provinciales de diversas extracciones partidarias, como también en los estrados judiciales, y en vez de acobardarse y abandonar la lucha han puesto cada año mayor empeño. Por eso son testimonios de lucha inclaudicable por la independencia de la patria, a través del estudio a conciencia, permanente, y la denuncia del fraude, enfrentando a todos los sectores cómplices, desde la dictadura hasta hoy.

Por Giuliano y Olmos Gaona mantenemos la memoria del origen del renovado endeudamiento en la dictadura, el traspaso de las deudas privadas al pueblo, las denuncias por fraude cajoneadas, los fallos ignorados, los planes de reestructuración y los pagos contantes y sonantes basados en informes de los pretendidos acreedores. Por ellos conocemos las bravuconadas de políticos que declamaron el pago de la deuda pero acudiendo a créditos más caros, la descomunal fuga de capitales atada al endeudamiento, la continuidad de estudios de abogados en distintas gestiones, la degradación del Congreso, y la complicidad de organismos internacionales junto a presidentes y gobernadores en el incremento de la deuda incluso cuando se malvendían las empresas públicas. Y con ellos hemos podido avizorar nuevos ajustes en el horizonte, contra el pueblo, aun cuando las cadenas oficiales maquillaban los acuerdos para presentarlos favorables.

Esta Junta Abya yala distingue en estos dos profesionales a todos aquellos que nos ayudan a conocer una de las fuentes de los males de la Argentina, y elige a Olmos Gaona y Giuliano porque a través de las décadas han mostrado que no se casan con sectores de poder, que no acomodan sus prédicas, y que sus aportes son incontrastables.

La Argentina vive endeudada desde 1824 con el empréstito que contrajo Rivadavia; después Avellaneda afirmó: “hay dos millones de argentinos que economizarán hasta sobre su hambre y su sed, para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros”. Desde esa época se ha procedido así: atender la deuda externa y no las necesidades de los argentinos. Entonces la deuda podía pagarse, pero no desde la contraída por la dictadura de 1976, que los gobiernos “democráticos” han reconocido. Es impagable, cuanto más se paga, más crece. Y como han dicho nuestros homenajeados: las deudas se pagan, las estafas no.

Colonialismo

Este centro de estudios considera que la deuda pública argentina tiene atado al país, y es un problema derivado de la persistencia del colonialismo y la colonialidad, comparable a otros flagelos como la destrucción de la biodiversidad por el extractivismo, la concentración de los factores de producción, la inflación destructora del poder de compra de los humildes, la informalidad masiva ninguneada por distintos sectores del estado y las corporaciones, el desarraigo de millones, su expulsión y su hacinamiento con efectos fatales, el despilfarro en los estados nacional, provinciales y municipales y el uso arbitrario de los bienes y servicios de los estados como bienes propios, por la arbitrariedad de no pocos dirigentes políticos.

Ligados a estos problemas: la incorporación de tecnologías sin licencia social, la corrupción a la enésima en todos los estamentos, la permanencia de la patria contratista y la cartelización de las obras; el predominio del capital financiero socio de sectores políticos, la administración o la venta fraudulenta de empresas públicas; el supremacismo de una región sobre el resto de las regiones, el corporativismo extremo útil para la fragmentación, la burocratización de sectores diversos ligados al estado; la desconexión de sectores políticos de cualquier signo con los obreros, los campesinos, los microemprendedores. Y todo esto ante la proliferación de grupos que se parecen en el vicio de copiar recetas sin anclaje en la propia historia y la propia geografía. En esa línea anotamos la manipulación de la historia para justificar privilegios; el menosprecio de las naciones vecinas, miradas por sobre el hombro desde los sectores encumbrados, lo que explica el escaso o nulo protagonismo argentino en la unidad de los pueblos del Abya yala no imperialista; y el menosprecio del estado y los sectores circundantes (bancos, partidos, sindicatos, universidades, medios masivos, etc) hacia la vida comunitaria.

La Junta Abya yala por los Pueblos Libres entiende que la necesaria recuperación de facultades soberanas basada en los informes de estudiosos como Giuliano y Olmos Gaona debe realizarse sin ensuciar esta gesta con partidismos, con excusas, con discusiones estériles; y desde una mirada integral.

El endeudamiento público argentino se vincula con políticas centralistas establecidas en la consolidación de un estado nación uniformador, vertical, con alto desprecio de la “soberanía particular de los pueblos en confederación”, que fue la consigna de la revolución federal truncada.

Aquí algunas de las medidas necesarias para sanarnos de este vicio: continuar la investigación de la deuda pública desde la acumulación de expedientes con la participación de Alejandro Olmos padre, el juez federal Jorge Ballestero y el fiscal Federico Delgado; convocar a los estudiosos con sus equipos para establecer el rumbo a seguir en esta materia; exigir a los principales responsables (empresarios, políticos, profesionales) que se hagan cargo; hacer públicos los  nombres de los presuntos acreedores; declarar nula cualquier deuda considerada fraudulenta o ilegal; establecer la responsabilidad de los organismos que  cedieron préstamos millonarios a un estado que a todas luces no podía devolverlos; devolver la soberanía a las comunidades en la Argentina y organizar la solidaridad hacia la emancipación.

La Junta Abya yala por los Pueblos Libres, un centro de estudios creado hace 17 años en el litoral, integrado por docentes, artistas, cooperativistas, historiadores, periodistas, militantes sociales, escritores, entrega la distinción Conciencia Abya yala cada año a los grupos que colaboran con el conocimiento de las comunidades y su entorno, ayudan a revertir el proceso colonial y aportan a la emancipación.

En 2011 la distinción fue para la organización social El Agua Manda; en 2012 para las familias costeras e isleras en el nombre de Dominga Ayala; en 2013 para el pueblo haitiano y sus luchas en el nombre del profesor Henry Boisrolin; en 2014 a Félix Díaz y la comunidad qom Potae Napocna Navogoh (La Primavera), de la provincia de Formosa; en 2015 a la lucha de los trabajadores, a través del sindicato Agmer Paraná; en 2016  fue para foros, asociaciones, movimientos, clubes, grupos, multisectoriales y asambleas sociales y ecologistas que luchan por el ambiente libre y sano, contra los atropellos del colonialismo extractivista; en 2017 la distinción fue para dos agrupaciones artísticas del litoral: el Movimiento De Costa a Costa y los Contrafestejos, por la recuperación y difusión de expresiones culturales en comunidad, con actitud de resistencia, independencia y libertad; en 2018 fue para las agrupaciones que estudian y estimulan el vivir bien y buen convivir y colaboran desde ámbitos comunes en la resistencia al actual sistema que perturba la biodiversidad, en el nombre de Nora Morales de Cortiñas, Rafael Lajmanovich y Damián Verzeñassi; y en 2019 el reconocimiento Conciencia Abya yala fue para al Grupo Ukamau, de Bolivia, en la persona del cineasta Jorge Sanjinés, por sus contribuciones extraordinarias al arte, a la difusión de los saberes y las luchas de nuestros pueblos, y a la recuperación de la mirada comunitaria. En los años 2020 y 2021 no hubo distinciones, en razón de las restricciones conocidas para las reuniones comunitarias, y en 2022 se retomó la línea con los artistas relacionados con la naturaleza, en la persona del maestro Ramón Ayala.

Las distinciones a Héctor Giuliano y Alejandro Olmos Gaona serán entregadas por la JAPL durante un encuentro a realizarse este año 2024 en Entre Ríos.

Junta Abya yala por los Pueblos Libres.

Entre Ríos, 1 de mayo de 2024, en el Día Internacional de los Trabajadores, y a 100 años del nacimiento del patriota tucumano Alejandro Olmos.

Juan Antonio Vilar, Lucrecia Brasseur, Martha Bader, Alberto Dorati, Pedro Aguer, Américo Schvartzman, Jorge Villanova, Antonio Tardelli, Martín Barral, César Baudino, Haydeé Orrantia, Oscar Milocco, Mercedes Fiorotto, Elio Kohan, Mario Leonardo Londero, Andrés Petric, Abel Schaller, Ana Delia Scetti, Raúl Pedrón, Ricardo Bazán, Carlos Alberto Godoy, Daniel Tirso Fiorotto, Luis Lafferriere, Fortunato Calderón Correa, y siguen las firmas.

 

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