Conciencia Abya Yala 2014 para Potae Napocna Navogoh
Los miembros del centro de estudios Junta Abya Yala por los Pueblos Libres –JAPL- elegimos por unanimidad a Félix Díaz y la comunidad qom Potae Napocna Navogoh (La Primavera), de la provincia de Formosa, como merecedores del premio Conciencia Abya Yala 2014.
Este reconocimiento anual simbólico a personas, grupos, pueblos que muestran
una actitud que distingue a la humanidad de nuestro continente, se propone este
año subrayar la prédica y la coherencia de los hermanos del Gran Chaco, por
sobre las fronteras, y abrazar con ellos a todos los pueblos, las
organizaciones, las personas que cultivan la conciencia y luchan por la
dignidad y la emancipación.
Muchas de nuestras comunidades sufren atropellos a sus derechos, su cultura, su
economía, sus maneras, su trabajo, su dignidad, su integridad física. Pues
bien: estos hermanos qom reciben todas estas agresiones juntas y multiplicadas,
y resisten. Los abusos del poder contra los qom y otras naciones son hoy
inocultables, la campaña de desgaste, las agresiones, las represiones,
constituyen una de las mayores vergüenzas del continente, y siguen un genocidio
que lleva cinco siglos. La organización y la resistencia convierten a estas y
otras comunidades en verdaderos modelos.
Nuestro reconocimiento encierra un repudio a los poderosos de Formosa y de
Buenos Aires (políticos, empresarios, corporaciones) que continúan con las
persecuciones a nuestros hermanos, sostenidos en un régimen de arbitrariedades,
en la línea de los Roca y los Mitre.
Son muchos los argentinos que, como los qom de La Primavera, no tienen precio.
Ni arreglo, ni atajos, ni resignación: La Primavera es conciencia y lucha.
La armonía de la mujer y el hombre en la naturaleza, la vida y el trabajo
comunitarios, la protección y defensa de los territorios comunitarios, la
dignidad y la preparación para plantarse ante los atropellos, son fuentes que
ellos preservan, y donde podemos alimentarnos todos los pueblos.
Con declaraciones, luchas en las rutas, en sitios públicos, presentaciones ante
los estrados judiciales, y una vida coherente, nos esclarecen y nos dan ánimo.
Lo mismo cuando se reúnen con naciones hermanas como ocurre en el Consejo
Plurinacional Indígena, y analizan la historia reciente y los desafíos del
siglo XXI desde principios que atañen a todos los habitantes del Abya Yala
(América), sin distinción, arraigados en los saberes tradicionales.
Escuchamos con atención sus advertencias sobre el avance de la megaminería
contra los pueblos, la fractura hidráulica, los agronegocios, la depredación
sin fin y el inmobiliarismo. Comprendemos que el ataque a la biodiversidad es
un ataque al ser humano.
También conocemos sus señalamientos en torno del uso del dinero para el soborno
y el engaño, y no podemos más que inclinarnos ante la claridad de esa mirada
integral, honesta.
Somos conscientes de que hay modelos muy nítidos, incompatibles con la
violencia de occidente y el capitalismo, ejemplos que debemos conocer. El
actual régimen colonial de acumulación, ganancia, consumismo, extractivismo,
depredación, compraventa de nuestros territorios con adoración del mercado, y
corrupción a la enésima (sostenido en el interés de las multinacionales y el
imperialismo y sus socios de adentro), no es el único posible aunque por ahora
se siga imponiendo.
Nuestra vocación por la unidad de los pueblos del Abya Yala, contra la
atomización, se nutre en nuestros ríos, nuestras selvas, nuestras montañas, y
en las civilizaciones que valoran la vida austera y feliz, con principios que
no se arrodillan ante el dinero, ni ante los que se enriquecen y envilecen en
la función pública.
Pedir permiso a un árbol, a un arroyo, no es para nosotros un rito primitivo
sino la fuente de la verdad. Cuando estas comunidades hablan expresan valores
universales de la humanidad: en La Primavera se escuchan los pueblos, el
paisaje, la Pachamama.
No estamos con la modernidad porque repudiamos su origen: el genocidio en Abya
Yala, el saqueo, la concentración de las riquezas en pocas manos, y su
consecuencia: el biocidio, la destrucción, el reino de los pooles, los bancos,
la usura.
Las armas de Potae Napocna Navogoh dan vida, huelen a flores, a monte, a
orillas, a marcha obrera y campesina, a rueda de mate. Las armas de los
gobernantes huelen a racismo y muerte.
Si hoy desde la política se rinde culto a la corrupción y se entregan los
patrimonios comunes a las perversas multinacionales (Barrick, Chevron,
Monsanto, Cargill y otros grupos concentrados), y a los estados imperialistas
criminales; si incluso hay dirigentes en el Abya Yala que se allanan,
resignados, a la estafa y la mentira, nosotros, desde el pie, llamamos a mirar
las enseñanzas de estos hermanos que no arrían las banderas, y que no se
asustan de los déspotas.
Hemos conocido y repudiado las trampas del poder, incluso del Estado, contra
nuestros pueblos milenarios, y hemos escuchado la palabra serena del señor
Félix Díaz, qarashe de Potae Napocna Navogoh. No hay allí rencor, no hay ánimo
de venganza, en sus silencios y en sus gestos están la mujer y el hombre que
occidente quiso y quiere aplastar. Allí está la savia del Abya Yala.
En años anteriores, desde la JAPL pusimos atención en el mensaje de jóvenes de
Gualeguaychú que remaron miles de kilómetros por los ríos y arroyos de la
cuenta del Paraná y el Uruguay, creando conciencia sobre la cuenca. Luego
buscamos alumbrarnos con la vida comunitaria ligada al paisaje en los obreros
orilleros, y reconocimos la obra y la conducta solidaria de Minga Ayala en Paraná.
Posteriormente resaltamos el estudio y el amor a la patria grande y las luchas
antiesclavistas e independentistas de los haitianos en el nombre de Henry
Boisrolin.
Hoy, luego de analizar los méritos de decenas de personas y agrupaciones,
manifestamos nuestra admiración por la visión integral que nos llega desde esa
Formosa profunda, que nos ayuda a conocernos, que denuncia el fraude y el
despotismo.
Nuestro reconocimiento no tiene un valor material, consiste en una obra de arte
que expresa principios imperecederos del continente. Ya consultaremos a Félix
Díaz y la comunidad el modo de entregarlo, en La Primavera o en Paraná, en un
encuentro en el que esperamos escuchar su palabra.
Su lucha no puede pasar inadvertida tras quinientos años de explotación, miedo
y mentiras.
Ni los gobiernos, ni las iglesias, ni las corporaciones, ni los empresarios, ni
las ONG penetradas por el capitalismo, han logrado mellar la autenticidad de La
Primavera. Eso vemos también en otras comunidades, en distintas naciones, por
eso este reconocimiento se hace extensivo a mujeres, hombres, organizaciones
que muestran idéntica actitud. No podemos nombrarlos porque son muchos y no
conocemos a todos.
Con Potae Napocna Navogoh y otras comunidades hermanas sentimos que llega la
primavera de todos sin excepción; con ellos volvemos a mirar la vida
comunitaria, calma y valiente. Potae Napocna Navogoh está en las antípodas de
los clubes del capital financiero que mandan en el mundo, apoyados por las
armas del imperialismo.
La comunidad Potae Napocna Navogoh no se rinde, llama a través de la
conciencia.
Nuestros hermanos de Potae Napocna Navogoh están entre los que más han
sufrido en el mundo los horrores del capitalismo (histórico y actual), de sus
corporaciones asesinas, sus gobiernos serviles, en contextos donde no se
respetan los derechos humanos sino que se los declama y se los viola en forma
sistemática. Estas arbitrariedades no son ajenas ni distantes.
Estamos señalando un faro en el gran Chaco, frente a un reino de obscenidades,
donde los gobiernos toman el dinero que recaudan del pueblo, con impuestos
sobre los alimentos (una perversidad), y lo gastan en subsidios para los ricos
y en asuntos no prioritarios, cuando no en banalidades.
Así es que la vida austera y honda de nuestras comunidades sobresale y se
convierte en luz.
En este reino de confrontaciones mentirosas usadas, como la billetera, para
disciplinar a la sociedad, y con intelectuales al servicio de las tropelías,
nos inclinamos ante la sabiduría de nuestras comunidades, ante su tenacidad.
El estado, al servicio del capital, engañoso, no ha hecho sino desmanes, contra
esas comunidades que en algunos casos aún soportan, incluso, hambre y sed.
Señor Félix Díaz: estamos con usted, estamos con sus vecinos, con sus familias.
Cada vez que un político le cerró las puertas a usted y a los qom, mientras se
las abría a los capos de las multinacionales y los grandes negocios, vimos allí
con nitidez el colonialismo, tremendo flagelo.
Queremos abrirnos a sus conocimientos y sus luchas, y le expresamos un ancho y
hondo gracias, porque sus palabras y la actitud de su pueblo dignifican a todas
las mujeres, a todos los hombres.
Al sostener el necesario retorno de la humanidad a una vida plena en la
naturaleza, complementaria, sus palabras nos llaman a curarnos de la soberbia
del antropocentrismo, y a la unidad de los pueblos que es la verdad.
Por la vida, por nuestros mártires, por nuestros desaparecidos, por la
emancipación de nuestros pueblos y la muerte del capitalismo, hoy todos somos
Potae Napocna Navogoh.
¡Basta de farsa! ¡Salud, pueblo del Abya Yala!
Junta Abya Yala por los Pueblos Libres –JAPL-
Paraná, Entre Ríos, 31 de diciembre de 2014.-
JAPL es un centro de estudios, una organización social antiimperialista sin
fines de lucro que reúne a trabajadores en general, docentes, estudiantes,
cooperativistas, periodistas, investigadores, artistas, luchadores sociales y
escritores del litoral argentino, para conocer el Abya Yala, su pueblo, su
biodiversidad, y aportar a la recuperación de la unidad y la emancipación.
Firman:
Julio Majul
Juan José Rossi
Juan Antonio Vilar
Jorge Villanova
Ignacio González Lowy
Hugo Luis Rivas
Fortunato Calderón Correa
Daniel Tirso Fiorotto
Claudio Puntel
César Baudino
Carlos Weber
Carlos Natalio Ceruti
Antonio Tardelli
Andrés Petric
Américo Schvartzman
Alberto Dorati
Abel Schaller
Víctor Hugo Sartori
Silvina Suárez
Sergio Daniel Verzeñassi
Santiago García
Santiago Fiorotto
Ricardo Bazán
Pedro Aguer
Oscar Milocco
Mercedes Fiorotto
Martín Barral
Martha Bader
Mario Daniel Villagra
Mario Alarcón Muñiz
María Lucrecia Brasseur
Marcos Tonina
Luis Lafferriere
Siguen las firmas.