Piden un plan energético integral y la nacionalización completa de YPF
(Este documento fue publicado en abril de 2012 y es premonitorio: la JAPL advertía sobre la necesidad de estar atentos a los negocios. En enero de 2024 estamos conociendo los resultados de malas gestiones).
Integrantes
de la organización Junta Americana por los Pueblos Libres –JAPL- (luego Junta
Abya yala) emitieron un documento para explicar por qué el gobierno nacional debe
convertir a YPF en una Sociedad del Estado, y no en una Sociedad Anónima, y hacerlo
en el marco de un plan energético integral.
“La
SA es una forma jurídica en la que no existen los naturales controles de los
organismos públicos… Deben diseñar una administración pública social seria de
YPF y asegurar mecanismos transparentes de control, y auditorías
independientes”, dijeron los miembros del centro de estudios, integrado por
docentes, estudiantes y artistas del litoral argentino y el Uruguay.
“Ante
las pésimas gestiones de la española Repsol y la argentina Petersen, ambas
deben ser excluidas de cualquier concesión, principalmente en el petróleo y la
banca privatizada”, expresaron en el documento dado a conocer este viernes y
aseguraron que apoyarán “todo lo que se haga” para que YPF sea una Sociedad del
Estado.
Los
estudiosos del litoral afirmaron que Repsol y Petersen “sólo buscaban
utilidades” y perdieron sus derechos. “Repudiamos cualquier maniobra vengativa
de los intereses del gran capital de la Europa neocolonialista, y sostenemos
que los gobernantes de España deben hacerse cargo de las consecuencias de la
connivencia de sus empresas con las políticas extractivistas que someten a
nuestras naciones. Las declaraciones en las que toman el papel de víctimas son
inconsistentes y hasta ridículas”, sostuvieron.
Luego
advirtieron que la nacionalización de YPF “corre el riesgo de convertirse en
una caja más o un negociado más, cuando puede ser el gran paso que inicie un
proceso de emancipación”.
A
continuación, el documento completo firmado, entre otros, por el presidente de
la JAPL, el cooperativista Pedro Aguer.
Documento de la Junta Americana por los Pueblos Libres.
La JAPL pide que YPF sea una Sociedad del Estado
Ante
la decisión de la presidente Cristina Fernández de tomar desde el Estado
nacional el control de YPF, la petrolera emblemática de los argentinos, los
miembros de la Junta Americana por los Pueblos Libres -JAPL- instamos al poder
político a desarrollar un Plan energético integral, en el que YPF quede en
manos del pueblo argentino, con administración del estado, control de obreros, consumidores
y expertos de universidades del país, y participación de todas las provincias.
Señores:
nada de Sociedad Anónima. La SA es una forma jurídica en la que no existen los
naturales controles de los organismos públicos. YPF debe ser una Sociedad del
Estado y todo lo que se haga para ello merece nuestro respaldo.
Deben
diseñar una administración pública social seria de YPF y asegurar mecanismos
transparentes de control, y auditorías independientes.
Ante
las pésimas gestiones de la española Repsol y la argentina Petersen, ambas
deben ser excluidas de cualquier concesión, principalmente en el petróleo y la
banca privatizada. Esta medida es necesaria para que la nacionalización de YPF
no sea ensuciada con más negociados que deslegitimen a la Argentina, y para dar
señales claras a todos los pueblos del orbe. Además, la incorporación de
capitalistas sin capital, y sus nefastas consecuencias a la vista, no podrá
superarse en medio de la impunidad.
Medidas
como la expropiación deben adoptarse con firmeza y con fundamentos sólidos, sin
dejar resquicios ni cabos sueltos, porque las decisiones importantes, como
ésta, si resultan improvisadas o sostienen privilegios hacia algún sector “amigo”
del poder terminarán siendo contraproducentes para el conjunto. Advertimos esto
aunque sea redundante porque no hay margen para más negociados o
arbitrariedades, y no vemos hoy que el poder esté comprendiendo este dato en su
dimensión real.
Ni
un peso a Repsol, ni un peso a Eskenazi: ellos jugaron mal, ellos no tienen
derecho a lo que no les pertenece. Sólo querían utilidades, son corresponsables
de la debacle.
Respecto
de supuestos descubrimientos de gas no convencional acreditados a la firma
ahora controlada por el estado, no deben reconocerse riquezas potenciales, y
cuya explotación por fractura hidráulica está siendo debatida y hasta prohibida
en varios países, por sus graves impactos ambientales.
Repudiamos
cualquier maniobra vengativa de los intereses del gran capital de la Europa
neocolonialista, y sostenemos que los gobernantes de España deben hacerse cargo
de las consecuencias de la connivencia de sus empresas con las políticas
extractivistas que someten a nuestras naciones. Las declaraciones en las que toman
el papel de víctimas son inconsistentes y hasta ridículas.
En
ese Plan necesario que reclamamos, el pueblo debe controlar al detalle cada
litro de petróleo que se extrae, así como cada gramo de metales que explotan
las mineras, y es imprescindible que los políticos no caigan en la tentación de
una nueva desnacionalización, cualquiera sea el pretexto.
El
Plan necesario no debe agotarse en YPF. Ni España, ni Estados Unidos, ni
Inglaterra, ni China, en el manejo del petróleo argentino: la energía es
nacional, y del autoabastecimiento y la soberanía dependen muchos factores de
la economía regional. ¡Basta de entrega del patrimonio a los viejos o nuevos imperios,
y a sus multinacionales!
En
éste, como en todos los rubros, debe respetarse el federalismo originario, y
eso exige un reparto equitativo de responsabilidades, acciones en la sociedad
del estado, y utilidades, entre todas las provincias y el estado nacional. La
nación y todas las provincias deben correr con los riesgos, y todos deben ser
beneficiarios. Federalismo no es atomización sino lo contrario: unidad. Y esa
unidad es esencial, con miras a la unidad de los pueblos de nuestra América.
Está claro que, desde estos principios, hay leyes que privilegian algunas
regiones en desmedro de otras, y deben ser derogadas.
Las
privatizaciones de rubros estratégicos como el petróleo son razones
contribuyentes para acusar a sus responsables de traición a los intereses del
pueblo. El arrepentimiento tácito de hoy no debe ser seguido de nuevas
traiciones.
Consideramos
que hay funcionarios, cuyos nombres no daremos, ligados esencialmente a las
causas del vaciamiento de YPF y la crisis energética, y que por eso no debieran
conducir este proceso de recuperación, como es muy obvio. Su continuidad es
inversamente proporcional a la credibilidad del gobierno.
Saludamos
en esta hora a las argentinas y los argentinos que durante años nos alertaron
sobre los errores encadenados en la política petrolera y la corrupción que
estaban empujándonos al vaciamiento del sistema petrolero argentino, con la
incorporación de socios sin conocimientos ni fondos, lo que anticipaba la
crisis por ausencia de exploraciones; y nos alertaban también sobre el
descalabro energético y nos avisaban que peligraba el autoabastecimiento. Los
funcionarios se burlaban, pero todo se cumplió. La crisis les dio la razón a
los que saben, de modo que hoy, si no les van a pedir disculpas, deben
escucharlos. Lo decimos porque la Argentina tiene mujeres, hombres e
instituciones de conocimientos hondos y complejos en materia energética, y ya
no se tolera que este sector clave sea administrado (y exprimido) por espurios
intereses financieros.
El
tiempo comprobó que las políticas eran equivocadas. Sostenemos que en otros
rubros está ocurriendo en este momento exactamente lo mismo, y los gobernantes
están obligados a advertirlo, para que no les explote el problema en las manos.
Pooles, exportadoras, megamineras, megapasteras, pesqueras, deuda externa… son varios
los sectores en los que hoy campea la política que impusieron la dictadura y el
menemismo. Más temprano que tarde los gobernantes deberán aceptar sus errores, y
no precisamente para volver a proponernos soluciones espasmódicas. Hoy tienen
la oportunidad de reconocer y actuar en consecuencia.
El
pueblo dio a los gobernantes una oportunidad con la adjudicación a Enarsa de
fondos multimillonarios que no fueron usados con sabiduría ni transparencia. Asistimos
a un fracaso estrepitoso de las políticas públicas no sólo por la transferencia
negativa de las riquezas sino por estos años que pudieron ser reparadores y, al
contrario, acentuaron el problema. El pueblo ofrece otra oportunidad a los
gobernantes y en ellos está la posibilidad de aprovecharla, para lo cual deben
bajarse de la soberbia.
Hacemos
también un llamado a cambiar las matrices de producción y transporte que, junto
a la energética, conforman un cóctel explosivo a mediano y largo plazo, y
constituyen las principales causas del consumo irresponsable de energía con
graves daños sobre el ambiente y la vida. El nuevo modelo debe dar prioridad al
trabajo digno, la economía cooperativa, la producción sustentable y la armonía
con la naturaleza.
No
ocultaremos que la nacionalización de YPF, si no se cumplen requisitos básicos
correrá el riesgo de convertirse en una caja más o un negociado más, cuando podría
ser un paso cualitativo hacia la emancipación.
Alguien nos previno alguna vez del “gringo
que nos compra y el criollo que nos vende". El consejo vale para el caso.
Junta Americana por los Pueblos Libres -JAPL-.
Paraná,
20 de abril de 2012.
Pedro
Aguer, Presidente
Julio
Majul, Vicepresidente
La
Junta Americana por los Pueblos Libres –JAPL- es una organización sin fines de
lucro que estudia el Abya Yala (nuestra América) y rescata y promueve la unidad
de los pueblos, integrada por trabajadores en general, artistas, profesionales
de distintas disciplinas, ambientalistas, estudiantes, periodistas, docentes,
investigadores y cooperativistas de provincias del litoral argentino y la
República Oriental del Uruguay. La JAPL fue fundada el 23 de mayo de 2007, en
Paraná.